jueves, mayo 05, 2005

Vueltas

        Volver solo en auto me pone indeciblemente triste. Incluso cuando vengo de dejar a una mujer en su casa, de estar bien, de no ser yo por un momento, la vuelta en solitario se me hunde imposiblemente en el pecho.
        ¿Qué (me)pasa en esos instantes? ¿Por qué el viaje en colectivo me produce el mismo vacío? ¿Qué tiene el movimiento de mi cuerpo sin moverse, que me remueve las entrañas y me dan ganas de llorar?
        Y juro que no hay metafísica ni falso romanticismo: de donde vuelva (la ida nunca es tan triste ni nostálgica), vuelvo irremediablemente triste. Quizás estoy continuamente volviendo de ningún lugar y nunca quedándome... no sé.

1 Comments:

Blogger Kairel said...

es que la traslación física es la mascarada de la traslación astral. Uno se transporta hacia quiensabecuál de sus mundos. A mí me pasa siemrpe que me hundo cinco centímetros más hacia adentro cada vez que me traslado.

12:32 a. m.  

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