martes, septiembre 27, 2005

Desplaza-miento

        En este incesante no sé qué de desplazarme que voy sufriendo me vi asaltado(r) hoy, mientras caminaba hacia casa. Siempre en movimiento -como si ese desplazarme fuera una condición o una ironía- vengo a salirme de mí y verme desde la distancia del flequillo, desde un colectivo o desde adentro nomás, desde una palabra secreta de la angustia que silenciosamente se expresa y me escudriña.

        ¿Razones del desplaza-miento, hacia él-Roger? No lo sé: tal vez ese hueco esté formado por la violencia del espacio y el tiempo, por la melancolía del qué se yo, y por razones tan materiales como la sociedad, el dinero y las relaciones antagónicas que modifican todo tipo de accionar humano. No-soy un producto de letra, sino de emociones, de personas, de amor (ahora con su pelo corto, tan ella) y de imposibles diferencias ante un mundo con carteles luminosos, con esta computadora inexplicable, con los estoicos semáforos y los tenedores de tres dientes.

        Pero este desplaza-miento me trae hacia acá, donde me muevo y miento a placer, pero donde también me busco y me culpo y dónde quizás camine más que cuando realmente camino. Si alguien y yo intentaran (sí, intentaran, porque mi yo es no-yo y él nada intenta, salvo -acaso- amar, temer y no partir mientras mastica y toma) resolver esto desde la psicología de mis tímidas y tolerables psicosis, no haria sino disolver mis alteracion y aliteraciones en ese ácido de mis fracasos y desencantos con padres, mujeres, amigos y edificios y escaleras; y desde el puro análisis escritural, no conseguirían más que revolver en un saco de mil palabras y estructuras, una especie de Scrabble de mi conciencia.

        Qué raro todo esto ahora en que me desplazo y a la vez también me alejo de algo que quise decir y que sin duda sentí, lleno de dudas que aquí practico; doblemente miento, pero una de ambas, o tal vez las dos y ninguna, contiene la inocencia y la pasión de algo puramente humano, casi físico, de ser y no ser por culpa y gracias de/con los otros.

        Y más raro aún, que haya encontrado, en un libro de Olga Ávila Culrid, anotado un poema anónimo que sintetiza todo lo que intenté desplazar (para no aplazar) de-en mí, y que este texto mismo resulte un análisis e interpretación de esa hermosa poesía que a la vez fue motivo inmotivado de todo este movi-miento.

Veo pasar las cosas quietas
que han detenido al tiempo.
Los postes que nacieron de la tierra
y echaron como raices cables hacia el cielo,
medio perro sobre una línea amarilla -muerto-,
la llanura callada hasta el horizonte
que sintio correr los libres animales y
escuchó la noche silbando su nostalgia,
y las blancas gaviotas que a contra viento
vuelan inmóviles.
En una garita
el recuerdo de un anciano
vende boletos arrugados.
Detrás del vidrio creo
que me estoy moviendo
y encuentro en el reflejo
mi propio rostro.


P.D.: creo que la prosa tortuoria anterior y el esfuerzo por haberla desatado de imbecilidades y retóricas hasta el final, ha sido premiada con este verso-verdadero.

viernes, septiembre 16, 2005

Proscripto

        Lo que sigue estaba anteriormente en forma de comment; pero como yo soy el que maneja este pequeño espacio, que no es totalmete mío -como verán-, he proclamado la venganza de hacerlo hablar, aquí, finalmente.
        Debe ser entendido como una respuesta escritural del texto anterior (o sea, como uno solo) y si es posible, así leído. Y también, ya dije, como un placer que me doy al poner a Guido en camisa de once varas, volviendole la parte de atrás de sus ojos, a ver si muere de susto o al fin se alumbra de sus cegueras.

Anonymous said...

No soy boludo: ya veo que todos entienden y comparten esto. Me sacan del lenguaje, de la vida, hasta ahora sólo a voluntad de Roger; también quieren quitarme del sexo hablando de géneros, que es la manera más costurera y mojigata de llamar a la diferencia...
Me dejan, me sueltan, no me sujetan, y entonces me des-sujeto en abstracciones.

¿Te creés, no-hombre, que te vas a salvar de la muerte y de las lápidas a costa de mi carne y mis deseos? ¿Que te vas a des-criptar y a de-escribirme para recocijo de estos criptómanos sin vida? ¿A estos cleptómanos de las nadas ajenas?
No vas a salvarte de la muerte, no, no-yo tampoco (mirá como uso tu jueguito, infeliz, para asesinarnos juntos), queriendo matarte de antemano apoyandote en mí con palabracerías
(sic.) eternas, por no decir inmortales, que me da mucho asco.

No te olvides a quién le pertenecen el corazón y las manos.

Guido.
11.55 pm.

jueves, septiembre 08, 2005

Des-cripto

Para Kairel, para Flavia y para Gui-
No, para Guido no.
El que escribe soy yo: y para Guido.

        ¿Qué soledades, qué ocultas pasiones o qué misterios llevan al hombre a la miseria de escribir?

        Volverse Roger, Marcos, Anouk... ¿cómo y por qué? Un desfazaje en el agún sueño, una palabra no dicha, los diarios y su irrealidad, la muerte, el desamor y otras distancias y reversos, quizás...

        Estoy terminando de-escribir: es un proceso igualmente doloroso e indefinido como comenzar. Guido está naciendo; renaciendo, pues ya murió otras veces y reencarnó en pescado de asfalto. Y sí, es un proceso, una cadena que quiere romperse desde adentro de algun cuerpo o una métafora; una duda (algo vanamente humano, por suerte) de muerte o vida, entre criptas y descriptas (de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo, y en donde no muere nadie y alguien vive).

        Guido renace, yo vuelvo a morir: ambos notamos un dolor que levanta cóleras y angustias, rebelándose y resistiendo, revelandose aquí y allá en llantos o letras; sentimos duro trabajo, una lucha de demonios con cara de baldosa y piernas de dama, manos de abuela y zapatillas y que se revuelcan y agitan y saltan y gritan y lloran y dicen laputaqueloparionadaimportadóndeestásamordóndeestásnosequé.

        ¿Qué soledades, qué ocultas pasiones o qué misterios llevan al hombre a la miseria de no escribir?

P.D.: a Augusto Roa Bastos, in memorian. Ese ladrón incomprendido e impune.
P.D.: no nombraste tus vanidades, estúpido Roger, que te/nos mantienen vivo/muertos.

sábado, septiembre 03, 2005

Disquisiciones sobre el humor

        Puedo y quiero ofrecer ahora dos miradas sobre (mi) humor: una a primera vista despreciativa y otra positiva que se desprende de aquella para invertirle su carácter negativo y desdoblar el significado, tal el efecto que persigue el humor.

        No es dificil advertir mi uso del humor como un escudo, como una manera de protegerme y distanciarme de ciertas cosas (actitudes, personas, problemas), mientras todo eso oculta detrás -como los escudos- un cuerpo que va resintiéndose silenciosamente ante los embates complejos y directos de la vida y la conciencia. Pero ¿acaso un escudo no es también una mediación? ¿Y no es a traves de mediaciones de los más diversos grados como enfrentamos y asimilamos la realidad inabarcable?.
        Entonces, por que aquello que protege aunque a su vez oculta tiene que ser necesariamente usado en el terreno de la represión y no como una forma creativa de ver un estado de cosas, desde una vieja que pasea a su perrito, una asociación de recuerdos incluidos oportunamente para descalificar siniestramentre en una charla (sobran ejemplos malignos de este calibre), hasta un gobernante con su culo operado.

        Inaceptable es que digan que "se distorsiona la realidad", pues bien sabemos que, tanto afuera como adentro nuestro, se nos vuelve día a día, hora a hora, más irrisoria, inabordable, sin bordes para sujetarla y defendernos. En ultima instancia -aceptando de mala gana que la realidad se refracte- no veo objeción alguna, pues yo mismo soy luz y espejo, soy haz y vidrio y voy cambiando y construyendo las imagenes mientras ellas me desconstruyen, me construyen o, más seguido, me destruyen mientras intuyo finalmente en ellas una pestaña de absurdo que le imprime seriedad y gracia, gravedad y espanto, a cada rato en que bien miro.

        Ahora hagan de cuenta que ese escudo soy yo y mientras el cuerpo se va lastimando, yo voy haciendo chistes de lo larga que tengo la nariz y pensando en una mujer con la que ambos fuimos felices.

P.D.: también reto a los que me leen, a que voten cuál de las dos acepciones de la palabra disquisición se adapta mejor a este textito.

- Comentario que se aparta del tema fundamental que se trata.
- Examen riguroso que se hace de alguna cosa.